martes, 7 de enero de 2014

La Salvación de los Miserables: La Supermujer y el Superhombre. Delirios del educando (I. Prólogo).

El estímulo más antagonista de la actual sociedad que se está expresando por estas manos, en este papel, en este momento, reflexiona ahora sobre la actualidad de una forma analítica, como si de un pájaro viendo el mundo se tratase. Un mundo donde la crisis asola una vasta extensión de familias, de personas. Un mundo donde la cantidad de familias pobres supera exponencialmente a los pocos/as ricos y ricas que ocupan los puestos de poder: las élites económicas y políticas que manejan la sociedad como si de títeres se trataran. El pájaro reconoce desde su visión el gran problema que se presenta en el mundo, cuyo origen viene de pasados milenios. Solamente reconoce unas pocas Nadas de unos pocos Nadies, que se exaltan con una visión activa ante el ataque que están soportando. El ánimal, con lágrimas sobre su blanco y limpio rostro, divisa los cables de dirección de los incontables Nadies que han perdido sus Nadas, ajenos y pasivos ante el atentado que están sufriendo: son Los Miserables.

Los Miserables no son más que aquellas personas que, preocupadas por la sociedad del consumo, no ven la manipulación y la explotación que están sufriendo. Por esa misma razón, no buscan su salvación ya que en teoría, no hay problema del que salvarse. Es en este preciso instante cuando toma relevancia la figura de la Supermujer y el Superhombre. Aquellas personas que tienen métodos de defensa y una capacidad crítica con la que pueden cambiar el mundo.







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